Tal y como está el patio y las sensibilidades de unos y otros, Ander Herrera se ha equivocado en sus últimas manifestaciones. Ha dicho el jugador bilbaíno que "todo el mundo sabe que quiero que se salven Athletic y Zaragoza". Y lógicamente el morbo se acentúa si nos atenemos a que la próxima jornada se verán las caras en La Romareda, rojiblancos y blanquillos.
Que conste que no estoy afirmando que Herrera no vaya a actuar con total profesionalidad ante su exequipo. ¡¡¡Dios me libre, no tengo pruebas!!! Sin embargo, puede haber algún listo que sí lo piense. Que se haga una composición de lugar y se decante claramente por "el Athletic está virtualmente salvado, tiene que suceder una catástrofe para bajar, y como Herrera está superagradecido al Zaragoza, quizás levante el pie del acelerador"... Y más cuando el conjunto rojiblanco puede iniciar el choque conociendo que matemáticamente tiene atada la permanencia. Y es que el Deportivo, que marca la frontera con el peligro, juega antes que el Athletic.
Los propios jugadores se meten en unos berenjenales con sus manifestaciones ¿No hubiese más fácil afirmar que "le tengo muchísimo cariño al Zaragoza y le deseo lo mejor tras nuestro partido, pero necesitamos sumar un punto, mejor los tres, y vamos a por él? Son cosas que se caen por su propio peso. Es un terreno pantanoso en el que los jugadores deberían saber manejarse... para no tropezarse y enfangarse. Y es que los revirados piensan mucho...
P.D: Herrera se mete en un charco y más tarde intenta salir del embolado afirmando que "El Athletic en la vida se ha relajado o ha ido a perder un partido. El respeto a la entidad y a la camiseta que llevamos está por encima de cualquier aspecto".
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