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martes, 21 de mayo de 2013

UNAI ALBA: "ESTARE AGRADECIDO DE POR VIDA AL ATHLETIC"



UNAI ALBA no llegó a debutar con el ATHLETIC. Ahora bien, cumplió el sueño de pertenecer a su equipo desde txikia y aprender muchísimo de los compañeros que tuvo a su lado. Su etapa en La Catedral le abrió la posibilidad de de jugar en Segunda A y Primera División con el Hércules. Además, el recuerdo a su aita es constante. 

Mercado de invierno de la temporada 2006-2007 ¿Cómo recibes la llamada del Athletic?Era mi tercera temporada en el Barakaldo. El verano anterior estuve a punto de dejarlo por el esfuerzo de trabajar, viajar... Esa temporada estaba siendo muy buena a nivel personal y colectiva. En verano jugamos un amistoso en Lasesarre contra el Athletic y la verdad  es que el partido me salió muy bien. En el mercado de invierno había rumores en prensa que me pretendía algún equipo, pero pasaron una serie de circunstancias en Lezama. La lesión de Lafuente, que Mané me conocía, mi entrenador era Iñigo Liceranzu... y necesitaban fichar un portero en diciembre. Dada la filosofía de Lezama y la rapidez de tener que fichar a alguien  se acordaron de mi. Recuerdo que mi representante, Mikel Mendizábal, fue la primera persona que me lo comunicó y hubo un par de días que sólo lo sabíamos los dos. Hizo un gran trabajo.
 

Militabas en Segunda B. A punto de cumplir los 28 años ¿Era un sueño?  
Con esa edad ya no esperaba jugar más arriba, pensaba que mi oportunidad para ello había pasado. Pero quiero decir que me he sentido igual de orgulloso y futbolista cuando he jugado en el Barakaldo, Real Unión, Sestao o Lagun Onak que cuando he jugado en el Athletic o el Hércules... El Barakaldo es un gran club y me siento orgulloso de todos los clubes en los que he estado. 


Compaginabas la práctica del fútbol con el oficio de pintor de brocha gorda con tu aita ¿Se cabreó el jefe porque no ibas a poder seguir acompañándole en esas labores o todo lo contrario, se alegró enormemente porque tendrías un buen contrato?
Por supuesto él se alegró mucho. Fue un gran aficionado del Athletic y para él que su hijo formara parte de ese gran club fue como un sueño. Coincidió en una época en la que le diagnosticaron una grave enfermedad y esto fue como un regalo para él y para mi ama porque fue un momento muy duro... Aunque no tuvo la suerte de ver a su hijo defender la portería del Athletic, todavía recuerdo el orgullo con el que iba a San Mamés a ver a su Athletic en el que ahora también estaba su hijo. Al año siguiente jugué el partido de Copa del Rey con el Hércules en San Mamés, pero ya no pudo ir porque estaba muy malo. Le agradeceré toda la vida el detalle que tuvo en ese momento Andoni Goikoetxea siendo mi míster en el Hércules haciéndome debutar en San Mamés aunque fuera de visitante.
 

Llegas a Lezama ¿Cómo recuerdas el momento de entrar a la caseta del primer equipo? ¿Quién te introduce en la dinámica rojiblanca?
El día de la presentación fue una locura para mi porque fue una sorpresa y como nadie sabía nada me llamó una barbaridad de gente. Aún recuerdo ir a Lezama a hacer el reconocimiento médico y como Campa avisó a su hermano Santi que estaba de fisio en el Barakaldo que me estaba viendo pasar el reconocimiento... Coincidí con Fran Yeste y Javi Martínez en el parking y me imagino que se preguntarían qué hacía allí... jajaja. Los primeros entrenamientos siempre vas con la incertidumbre de cómo te acogerán en un vestuario de gente que sólo los has visto por la tele. Sin embargo, me encontré con gente fantástica. Me sorprendió lo buena gente que eran Javi González, Joseba Etxeberria, Isma Urzaiz, Dani Aranzubia, Iñaki Lafuente... gente genial que me hicieron sentir como en casa desde el primer día.



Era una temporada convulsa. El descenso nos acechaba. ¿Palpas la tensión y el nerviosismo?
¡Ufff sí, sí...! Ese año fue una temporada muy dura, de mucha tensión... Se notaba en jugadores con mucha experiencia y poso la tensión que suponía la posibilidad de descender, y descender con el Athletic. Notaba que no era lo mismo descender con el Athletic que con otro club.Todavía recuerdo un partido en San Mamés que ganamos al Valencia uno a cero con gol de Gabilondo donde me impresionó mucho ver a un jugador, Joseba Etxeberria, como lloraba al finalizar el encuentro en el vestuario de la tensión que había pasado. Se respiraba una tensión en el vestuario y antes de los partidos como no he vivido nunca. Muchos aficionados si sintieran y vieran lo que yo vi en ese vestuario se quitarían la idea quizás de que los jugadores a veces no sienten la camiseta.


Lafuente se encontraba lesionado. Trabajas con Aranzubia ¿Era tremendamente difícil quitarle el puesto o trabajabas hasta la extenuación en cada entrenamiento por alcanzar el objetivo?
Ese año viendo la situación era muy complicado que gozase de alguna oportunidad. Cuando firmé sabía que aparte de mis cualidades como portero se habían fijado en que era un chico trabajador, honrado, maduro, que no iba a plantear ningún tipo de problema, y en caso de necesitarme en el campo iba a responder. Aparte no voy a descubrir yo a Dani Aranzubia. Ha sido internacional, era y es un gran portero, ahí está su trayectoria. Por lo tanto, sabía que llegaba para ayudar en lo que pudiera pero que iba a estar complicado.
 

Vives ocho convocatorias consecutivas con el primer equipo...
No lo sé, no las conté. Sólo sé que mi primer viaje fue a Mallorca, que ganamos y que cada convocatoria era un regalo para mí. Disfruté mucho.

 

¿Por qué aquel Athletic no reaccionaba? ¿Psicológicamente estaba muy tocado?
Es que no era fácil. En diciembre parecía que el equipo no iba a pasar muchos apuros, aunque la situación se fue complicando y hubo jornadas realmente agónicas... psicológicamente el equipo estaba tocado, era normal. Fue precisamente eso, la fuerza mental, el espíritu, la garra, y sobre todo la afición (sin ella hubiese sido imposible la salvación) lo que nos llevó a conseguirlo.


Y encaran la hora de la verdad. Ultima jornada. Athletic-Levante. ¡¡¡Menudo sufrimiento!!!

Fue un partido de muchos nervios, mucha tensión. Había mucha historia detrás y ese club no podía descender a Segunda. Los jugadores lo sabíamos y la gente que participó estuvo increíble. Sobre todo recuerdo ese día porque ya antes puede ver lo que era la afición del Athletic, pero ese día me marcó. Cuando llegamos con el autobús a San Mamés prácticamente no podíamos pasar de la gente que había animándonos y apoyándonos tras la mala temporada que estábamos haciendo. Ese día sólo importaba la salvación y se consiguió. Aún hoy se me ponen los pelos de punta.
  


Tenías firmadas dos temporadas más ¿Por qué no sigues en Bilbao?
Sí. Cuando llegué firmé dos años y medio, por lo tanto me quedaban dos más. Al comenzar la siguiente pretemporada Caparrós quiso firmar a Gorka y le comento a Dani Aranzubia que no contaba con él. Dani tenía contrato y decidió no marcharse, por lo tanto estando Gorka y al no marcharse Dani sabía que las puertas para mi estaban cerradas. Estábamos en Covaleda, el míster me llamó a su habitación y fue muy claro conmigo. Me dijo que su portero era Gorka, que Iñaki Lafuente se iba a marchar al Español, pero que Dani había decidido quedarse. Por lo tanto, que en el club le habían comentado que había alguna oferta por mi y que lo mejor era que la aprovechara. Esa pretemporada me temía que la cosa para mi no pintaba bien. Gorka, Lafuente, Raúl... mucha gente. Tenía la opción del Eibar y del Hércules y me fui para Alicante. Es muy curioso porque en ese momento me parecía imposible poder volver y no puse una claúsula en mi siguiente contrato en el Hércules de que el Athletic me pudiese repescar. Fue un gran error por mi parte porque en el siguiente mercado invernal se lesionó Gorka y tuve la opción de volver, pero en ese momento el Hércules se negó rotundamente a negociar y como es normal el Athletic no iba a pagar traspaso por un portero que lo había tenido seis meses antes, y firmaron a Armando. Fue la oportunidad de mi vida para defender la portería del Athletic, porque en ese momento me sentía más portero y más preparado.    


Marchas al Hércules ¿Juega un papel fundamental la presencia en Alicante de Andoni Goikoetxea?
Sí, sí, fue fundamental. El verano anterior fui con la selección de Euskadi a Venezuela y ya me comentó Aritz Aduriz, que fue mi compañero de habitación, que Andoni le había preguntado por mi. Le agradeceré toda la vida la confianza que me mostró desde el primer día. Teniendo a dos grandes porteros como Toni Prats y Sergio Aragoneses no dudó en ponerme de titular en la sexta jornada de liga y a partir de ahí jugué todo el año. Siempre me apoyó mucho y no dudó en afirmar varias veces que para él ese año era el mejor guardameta de la categoría.  


En tu estreno en el Rico Pérez demuestras que estás capacitado para jugar en Segunda A.
Debuté en Liga en Mendizorroza contra el Alavés. Recuerdo que mi primer partido en el Rico Pérez fue contra el Racing de Ferrol. Ganamos uno a cero y tuve una buena actuación. A partir de ahí, tuve a nivel profesional mi mejor momento.

  

La afición te cogió un cariño especial.
Desde que debuté hasta el día de mi despedida contra el Sporting de Gijón en el Rico Pérez, he sentido que la afición del Hércules me ha querido mucho. Todavía hoy en Alicante la gente se interesa mucho por mi por la calle y me muestra su cariño. He vivido muchas cosas en Alicante, ascenso, descenso, la muerte de mi aita... y toda la vida le estaré agradecida a esta afición la forma en la que me trató. He sido ovacionado muchas veces en el Rico Pérez, hasta en mi despedida, por lo que siempre será un lugar muy especial para mi.



Aunque las dos siguientes campañas tu participación se reduce a dos partidos, en el curso 2010-2011 debutas en la máxima categoría en el transcurso de un Español-Hércules. Fue por la expulsión de Calatayud. Sin embargo ¿jugar en la élite es algo único y muy diferente? Y permíteme la broma. Aquel día no te tiran más penaltis porque no pudieron... jejeje.
Jajaja... la verdad es que no fue el debut soñado en Primera División. Salgo a intentar parar un penalti y a los diez minutos otro, y porque se acabó el partido que sino... Aún y todo guardo un buen recuerdo por lo que significa el debutar en Primera y en un estadio tan bonito como el del Español. Tuve la oportunidad de disputar el ultimo de esa temporada en el Rico Pérez contra el Sporting, que fue mi despedida y la del equipo de la máxima categoría, y quizás ese para mi fue más bonito aunque el equipo no se jugara nada.
  


Y regresas a La Catedral en la jornada 20... aunque ya habías jugado de titular en Copa.
En Liga volví a San Mamés, perdimos tres a cero. A partir de ahí entramos en una dinámica muy mala de resultados... pero el volver a San Mamés siempre es especial. Era el portero habitual de la Copa, por lo que no pude disputar el partido, pero recuerdo que el Athletic nos ganó bien. 


¿Agradecido al Athletic por la posibilidad que te brindó en el fútbol profesional o quizás mereciste una oportunidad?
¡Claro, cómo no voy a estarle agradecido! Firmar por el Athletic de Bilbao me cambió la vida, no sólo profesionalmente. Para nosotros que siempre hemos sido muy aficionados del Athletic, imagínate de forma tan sorpresiva poder formar parte de ese club lo que significaba. Por lo tanto, agradecido de por vida y totalmente entendible que en ese momento quizás no era la situación mas idónea para que me dieran esa oportunidad.
  


En la actualidad militas en el Alcoyano. Play off de ascenso. Se verán las caras con un rival, el Éibar que en su día te quiso fichar.
Ahora estoy en el Alcoyano, un club con mucha historia y de los importantes a este nivel. Muy saneado, muy cumplidor y con una afición que aprieta mucho. En definitiva, tengo mucha suerte de vestir esta camiseta. El enfrentamiento con el Eibar va a ser muy igualado y disputado. Es un gran equipo, con buenos futbolistas, un buen míster e Ipurúa que aprieta lo suyo... aunque nosotros somos capaces de ganar a cualquiera. Somos un buen grupo y si damos nuestro nivel ellos saben que lo van a tener complicado. Estoy seguro de que ellos tampoco querían al Alcoyano en esta eliminatoria. Fui jugador del Éibar B con Manix Mandiola una temporada y media, y tengo muchos recuerdos de aquella época también. Cuando salí del Athletic me llamó Javier Pérez para que firmara con ellos, pero habían firmado a Pichu Cuéllar, cedido del Atlético de Madrid, y sabía que esa política de cesiones iría en mi contra. Por lo tanto, firmé en el Hércules.
 

Y el Athletic que ha pasado de aproximarse al descenso... ¡¡¡a pensar con la posibilidad de entrar en Europa!!! Las matemáticas así lo certifican. ¿Utopía?

Jajaja... el fútbol es así, pasas de jugar finales europeas y pelear el descenso, luego a mirar a Europa.... cambia todo muy rápido. El Athletic es un club muy estable y con una masa social increíblemente comprometida que siempre conseguirá grandes cosas.
 

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