Llega el derbi vasco este domingo a San Mamés. Un derbi algo escondido hasta el día de hoy ya que en Bilbao están más pendientes de conseguir las entradas para Manchester que del partido entre hermanos. Mientras en San Sebastián el derbi empezó a calentarse nada más acabar el partido ante el Mallorca, en Bilbao lo hará hoy jueves cuando se incorporen los nueve internacionales que han tenido partido entre semana. Y es que lo peor que le puede pasar a la Real es enfrentarse al Athletic sólo cuatro días antes del choque de Old Trafford ante el Manchester United. No quieren excusas por si consiguen la victoria -algo que no logran desde la temporada 2000-01- y esa sería buena para los bilbaínos aduciendo que estaban pensando más en el otro partido.
El derbi vasco es el derbi de las comparaciones. Siempre ha habido pique en ese sentido. Que si Zubieta es mejor que Lezama ya que en el Athletic hay más navarros y guipuzcoanos que vizcaínos, que si en el once titular hay más canteranos de uno u otro, que si nuestro fútbol es mejor que el vuestro, que si nos habéis robado un juvenil, que porqué sólo cedéis 200 entradas... Siempre tiene que haber algo para mantener vivo ese debate, que para mí es necesario para darle una salsa especial al partido.
La Real lo que ve ahora mismo es que está a cuatro puntos del Athletic, pese a que se enfrenten el cuarto contra el decimotercero, y está obsesionada con lograr la victoria para vengar el 1-2 de la ida y para olvidarse de que los rojiblancos son finalistas de Copa y octavofinalistas de la UEFA Europa League. Eso queda aparcado el domingo. El Athletic se ha convertido en el equipo de moda esta temporada y eso tampoco se ve con buenos ojos en Donosti, sobre todo después de saber que la Real tanteó a Marcelo Bielsa este verano antes que los leones. En la ida el Athletic fue muy superior a la Real Sociedad en la primera parte, pero tras el empate de Iñigo Martínez los realistas tuvieron 15 minutos muy buenos en los que se pudieron llevar el partido. Luego apareció la mejor asistencia que va a dar Amorebieta en mucho tiempo para que Llorente sentenciara el choque. En esos momentos la Real iba por delante del Athletic en la Liga, pero a raíz de esa derrota tuvieron un bajón que les hizo coquetear muchas jornadas con los puestos de descenso.
El derbi también va a ser un partido de nombres propios. La afición txuri urdin reclama la titularidad de Rubén Pardo -el otro famoso de Rincón de Soto junto a Fernando Llorente- y que en el once blanquiazul haya mayoría absoluta de gente salida de Zubieta. Montanier está entrando poco a poco en las preferencias de su afición y ya son habituales en el once hombres como Mikel González, Iñigo Martínez, Zurutuza, Estrada, Cadamuro, Agirretxe, Griezmann o Markel junto al incombustible Aranburu. El chileno Bravo y el mexicano Vela serían la excepción. Xabi Prieto, icono realista las tres temporadas del descenso, se está quedando fuera mucho esta temporada. En el Athletic el once no tiene misterio ya que juegan siempre los mismos y Bielsa sólo tiene la baja de Iturraspe para este partido por lo que Iraizoz, Iraola, San José, Amorebieta, Aurtenetxe, De Marcos, Javi Martínez, Ander Herrera, Susaeta, Llorente y Muniain serán los que salgan de inicio.
Para darle más morbillo al derbi, el árbitro será Mateu Lahoz. Un colegiado al que Mourinho le hizo un flaco favor diciendo de él que le encanta cómo deja jugar. Pues bien, el aragonés se lo tomó tan en serio que ya no pita ni las faltas de tarjeta clara. Esperemos que en La Catedral se vea un gran espectáculo y no sea Mateu Lahoz nada protagonista. Como se dice en estos casos, que gane el mejor. Eso sí, el pique entre Real y Athletic seguirá existiendo sea cual sea resultado. Si no no estaríamos hablando del derbi vasco.
Artículo de FERNANDO CARNERERO. Nacido en Donosti, estudiante en Bibao y ahora desde Madrid. Jefe de sección de fútbol del DIARIO MARCA. Sigue con pasión todo lo relativo al fútbol vasco.
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