Por favor, que nunca acabe este sueño, que nadie nos despierte. Es el pensamiento con el que los aficionados del Alba salimos del Carlos Belmonte este martes tras empatar a cero ante el Athletic en octavos de final de Copa del Rey. "En primera llevaríamos 7 puntos"-decía un jugador del Alba haciendo referencia a las 2 victorias ante el Atlético y el empate cosechado esta semana. Quizá al sorprendido futbolista habría que recordarle que esto es fútbol, donde casi cualquier cosa puede suceder. Por ejemplo, que en apenas 8 meses el Belmonte haya pasado de mostrar plástico de asientos vacíos, compartidos con una resignada y tocada y hundida afición, que observaba los últimos coletazos del Queso Mecánico en el fútbol profesional tras más de dos décadas de estancia; a lo que ahora se respira en la ciudad: por fin Albacete habla y huele a fútbol. Por fin ponerte una foto o un comentario en cualquier red social diciendo que eres del Alba no es algo por lo que debas sentirte extraño. Se ha recobrado la ilusión por el Albacete Balompié.
Este martes fueron más de 13.000 personas las que asistieron a ese estadio que, por increíble que parezca, (increíble sí, pero también merecido, pues el descenso se ganó a pulso) alberga encuentros de Segunda B. Había 13 mil, pero al menos mil se dejaron sentir animando al conjunto de Bielsa. La inmensa mayoría de estos últimos eran llegados de ciudades y pueblos próximos a Albacete, destacando los llegados de Hellín, pueblo tomado por seguidores y peñistas rojiblancos. Decir de ellos su ejemplar comportamiento, reconocido en foros y webs de seguidores del Alba y que, por otra parte, no podía ser de otro modo cuando se trata de gente que viste y anima los colores del Ahletic Club de Bilbao.
Del partido poco queda por decir. Alabar el planteamiento de Antonio Gómez (hombre llamado a resucitar a una entidad herida) y el derroche de sus pupilos. ¿Y del rival? Pues viendo el partido recordaba un Albacete 1-0 Athletic, allá por 2004 (no recuerdo la fecha exacta), donde el Alba se hizo con el triunfo merced a un tanto de cabeza de Rubén Castro. Al día siguiente, la prensa albaceteña se sorprendía de cómo el Alba pudo haber ganado con un gol de cabeza, cuando era el rival el que durante el partido más había usado el juego aéreo y que hacía de éste y el balón en largo sus grandes armas jornada tras jornada. Recordaba aquello y miraba al campo y ahí surgía la pregunta: ¿Dónde está aquel Athletic?
El artífice de este Athletic 2.0 ahí estaba, andando nervioso de esquina a esquina de su área técnica y colocándose en esa posición tan incómoda donde sólo él puede permanecer tanto tiempo. Bielsa es el mago, el autor del cambio, el que ha instaurado un sistema basado en pelotazos los justos y donde hasta Iraizoz saca en corto para iniciar la jugada como si del FC Barcelona se tratase.
Este Athletic tiene la personalidad y entrega de siempre, pero con un Loco sentado en su banquillo y con ese jugadorazo llamado a hacer grandes cosas en un futuro no muy lejano llamado Muniain, San Mamés tiene mucho por disfrutar. Será difícil, pues todo proyecto necesita su tiempo de adaptación pero no hay por qué cerrar puertas o quitar posibilidades pues cada día que pasa es uno menos para que alguna copa se acerque a ver cómo suena la Ría de Bilbao…
Y mientras tanto, en Albacete se prepara visita a la Catedral. No serán muchos pues es día de diario, Bilbao no está cerca y la cuesta de enero cada año es más pronunciada, pero visitar ese estadio forma parte del sueño que está significando para nosotros la Copa del Rey. Antes, eso sí, toca cambiar para el domingo el videomarcador del Belmonte: donde el martes ponía Athletic de Bilbao este domingo pondrá Coruxo FC.
RUBEN OLIVA. Redactor del blog www.5maseldescuento.es
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