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sábado, 5 de noviembre de 2011

MI PRIMER ATHLETIC-BARCA

 
El primer Athletic-Barca que recuerdo data del cinco de mayo de 1984. Final de Copa en el Bernabéu. Athletic 1-Barcelona 0.
Quien escribe estaba a punto de cumplir diez años y todo permanece intacto en mi memoria. Un año antes había estado en Las Palmas de Gran Canaria celebrando con los jugadores del Athletic el título liguero en el Hotel Santa Isabel de Playa de Las Canteras y mi aita decidió que teníamos que acudir a Madrid a apoyar al mejor equipo del mundo, NUESTRO ATHLETIC.
Fuimos en un viaje exprés de tres días a la capital. Llegamos a Barajas y tengo la imagen de un Madrid muy gris, oscuro. Nos quedamos en casa del amigo-hermano de mi aita Xabier, natural de Eibar, que vive muy cerca de El Pirulí donde tiene un restaurante. Recuerdo acercarme a La Torre, bajar unas escaleras interminables rodeadas de fuentes y mirar para enfrente, por allí pasa La M30 si no estoy equivocado. El ritmo de los coches era intenso. Pasamos una tarde haciendo pillerías junto a Andoni, hijo del amigo Xabier.
Y llegó el día del partido. Los nervios a flor de piel. Cogimos el coche un par de horas antes y hubo que subir un poco para acercarnos a Chamartín. De inmediato Xabier y mi aita me dieron un papelito con la dirección de la casa donde estábamos quedándonos por si me perdía. Y una secuencia me llamó la atención, los policías en caballo.
Entramos al recinto merengue y aquello eran aficionados rojiblancos por todos lados. Yo estaba con mi bandera del Athletic bordada por mi amama canaria. Andoni y un servidor atentos al partido no parábamos de intercambiar impresiones. ¡Cosas de chiquillos, hombre!... y de repente zas!!.. llegó el gol de Endika. Estábamos justo en el fondo contrario, en el segundo anfiteatro. Sin embargo saltamos de alegría. Lo celebramos a lo grande. Minuto 13. Argote centra con la derecha (es zurdo) y Endika anota con la izquierda (es derecho). Aquello fue la apoteósis. Y no hubo un sufrimiento excesivo porque el Athletic devoró al Barca. Por lo tanto, una vez que pitó el colegiado se desató la euforia. ¡¡¡ERAMOS CAMPEONES DE COPA!!!. ¡¡¡EL DOBLETE SE IBA PARA BILBAO!!!. ¡¡¡QUE GRANDEZA DIOS MIO!!!. ¡¡¡QUE ESTADO DE FELICIDAD MAS ABSOLUTO!!!. Lo negativo, las malas artes de Maradona and company que no supieron perder, mejor botarlo al cubo de deshechos.
Volvimos a Tenerife, concretamente al pueblo, al Puerto de la Cruz, y los vecinos me recibieron como un héroe. ¡En serio, eh, no es una bilbaínada!. Cuando me vieron llegar con mi aita se acercaron unos cuantos amigos al portal de mi casa y yo cortadísimo -- cosas de niño -- subí rápido a mi casa.
Ahora bien. Aquel recuerdo vivirá siempre conmigo. Lo comento con mi mujer 27 años después y se me pone la piel de gallina llorando como un enano. El Athletic es lo más grande que hay en el mundo. Por eso, es un orgullo infinito ser rojiblanco de San Mamés. Es una bendición que me transmitió mi aita desde que estaba en la barriga de mi ama. Ser del Athletic es algo único.
 

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