Valverde es un genio. Afirmó en la antesala del partido Real Madrid-Athletic. "En el Bernabéu cuanto más dominas y piensas que puedes hacer, más cerca estás de caer". Y acertó de pleno. En los primeros veinticinco minutos llevamos el dominio, se veía que si apretábamos un poquito podíamos hacer daño... y sin embargo, llegó el conjunto blanco y nos bajó de la nube en la que habitábamos. Fue gracias a un fallo garrafal de un Iraola acojonado que se quedó clavado a la hora de hacer el fuera de juego y habilitó que el tanto merengue fuese legal.
El 2-0. Es inadmisible que un contrario remate en el punto de penalti libre de marca. No es la primera vez que esto sucede y resulta lamentable y penoso vivirlo partido tras partido. Siempre -- en esas ocasiones aún más -- hay que pegarse como una lapa al adversario y no dejarle maniobrar. Esa zona es nuestra... y más nuestra. Es chocante leer que Laporte tuvo una notable actuación cuando colaboró decisivamente en este desaguisado. Por dos o tres cositas no se puede encumbrar a un jugador.
Un guarro llamado Sergio Ramos. Antes de seguir con el aspecto meramente deportivo, debemos indicar que el Real Madrid debió quedarse con un jugador menos en la primera parte por un manotazo descarado (agresión con nocturnidad, premeditación y alevosía) del hediondo de Ramos a Susaeta a escasos centímetros de las narices del linier que vio la acción, repito la vio porque las cámaras lo delatan, y le entró la cagalera a la hora de levantar el banderín. Era una expulsión de libro. No admite dudas. Sin embargo, como es norma habitual el Madrid tiene vía libre para desenvolverse de la manera que crea oportuna. Y no digo que el Athletic haya perdido por esta acción. Sólo digo con rotundidad que la guarrería que cometió Ramos era expulsión.
Me gustó Mikel Rico. Seguramente soy uno de los pocos que se decantan por esta postura. Ahora bien, así lo pienso y así lo escribo. Lo vi bien en su debut con el Athletic. Tapó muchos huecos. Estuvo asentado, cuando entró en juego lo hizo con criterio y parecía que llevaba toda la vida en nuestro bendito equipo. Y no estoy diciendo que haya dejado una imagen sobresaliente sino que lo hizo bien.
Susaeta e Iraola. Estaban acojonados, acojonados, acojonados... y más acojonados. Tenían más miedo que un servidor cuando tenía nueve años y se quedó atrapado en el ascensor del edificio donde vivía en el Puerto de la Cruz. Ese día quien escribe pegó un grito que se escuchó en toda la isla de Tenerife. Pues Susaeta e Iraola tenían ganas de pegar el siguiente grito: ¡¡¡Que se acabe el partido coño, que estamos acojonaaaaaadoooooossssss!!!
Herrerín. Del 0 al 10 le damos un 7. El 8 no para que no se le crea... jejeje. En serio, estuvo muy seguro, muy tranquilo. Parecía un veterano, realizó intervenciones de mérito a lanzamientos envenados de Ronaldo, en los goles merengues no pudo hacer nada... y es el futuro del Athletic en la portería. En esta humilde tribuna hemos apostado por su concurso desde que llegó en el mes de julio a Lezama.
Intereses creados de los pelotas de turno. La temporada pasada perdimos 5-1 en Chamartín y Bielsa fue un Dios. Ahora con un 3-1 en contra leo críticas a Valverde... ¡¡¡Qué descojono!!! Y por otra parte también critican a Txingurri por dejar en el banquillo a Herrera. Si lo llega a hacer Bielsa hubiese imperado el sentido común "por la situación vivida por el futbolista en las últimas horas... y tal y tal y tal...". ¡¡¡Me descojono aún más!!!
Dato que provoca vértigo. En las últimas seis temporadas hemos encajado 25 goles en el Bernabéu. A una media de cuatro y pico por año. ¡¡¡Ya está bien coño!!!
Próximo partido. Ganar al Celta supondría ver el futuro con mucho optimismo. En caso contrario sería un varapalo. Sí, estimado amigo Asis Martín, un varapalo (jajaja) Es una obligación ganar ese partido.
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